Luego de adquirir la alimentación cetogénica con mi señora, nos dedicamos a cocinar mucho en casa y después de muchos intentos fallidos, logramos una receta muy buena de pan y comenzamos a consumirlo regularmente. A mi señora se le ocurrió la idea, en febrero del 2018, y me preguntó; ¿Y por qué no vendemos esto? Yo era escéptico y al principio no la encontré factible. Empezó ella a comercializarlo. Hizo cuatro panes y literalmente… ¡Se vendieron como pan caliente! Al otro día hizo nueve… se comenzó a correr la voz, y al día de hoy tenemos una empresa familiar que es nuestro primer negocio.

Nuestro enfoque es una variedad acotada de productos pero masivos, trabajamos a través de despacho y repartimos a varios emporios a través de Chile y retail. Contamos con diversos panes y queques, además de otros productos todos con el mismo común denominador…

¡MUY BAJOS EN CARBOHIDRATOS!